Colocando el ojo en este libro para recomendar su lectura
de escrituras ahuyentables
"El educador mercenario"
(para una critica de las escuelas de la democracia)
de pedro garcia olivo
Soy un anti-profesor
Me sublevo de las practicas hipócritas
Acuso a la pedagogía de intervenir la conciencia, de ser un artificio para domar
El espíritu de este texto va a por desescolarizar el pensamiento.
Se detiene en la frase de adorno ¿Es posible la educación después de auschwitz? no para volverse a preguntar si la educación ideal que el mismo describe:..
Benefactora de la Humanidad, en la que aún destellaría una instancia
crítica, un momento emancipatorio, negador de todo Orden Coactivo; una Educación
testarudamente fiel al programa de la Ilustración, desalienadora, destinada a influir
positivamente sobre la conducta de los hombres, a llevar «más lejos» su pensamiento;
una Educación capaz de contribuir a la reforma de la sociedad, a la reorganización de la
existencia...
...se podrá alcanzar bajo el panorama de la educación concreta que hemos recibido, sino para dar cuenta de que aún existiendo más de una prueba, la democracia en la que nos encontramos NO LA HA DETENIDO,
más, responsabiliza a la democracia de tomar todas las medidas para su desarrollo, La educación concreta que hemos recibido demostrada su obsolesencia nos vuelve contribuyentes de un sistema que sobrevive a partir de la crisis y resulta interesado de aspectos controladores y demiúrgicos de deshumanización.
avanza diciendo que la pedagogía y todas sus diferentes formas sea cual sea son fundamentadas en la esperanza y el temor, sean reformistas, progresistas, revolucionarias, modernas tradicionales de igual manera resultan incapaces de desatender ser artilugios para domar
ya que busca influir de manera tutelar frente a la acción.
dice que las pocas cosas que tiene que decir las ha resuelto por la experiencia y admite que llego a ser lo que ahora mas combate un ingeniero de los metodos alternativos, un educador moderno, solidario, revolucionario y lo peor es que le salió bien: conseguía lo que quería, influía sobre los alumnos,
casi me idolatraban... Pero, por dentro, algo en sí se rebelo contra ese poder y esa
influencia. hacia lo mismo que los demás, aunque de otra manera, mas soportable mas simpática.
desde ahí denuncia haberse horrorizado y dar rienda suelta al IRRESPONSABLE.
El profesor es propio de la institución y el profesor que representaba era el peor de todos, el que constituye el éxito supremo de la institución, el que requiere la institución para reformarse y modernizarse embaucando astuta mente a los alumnos.
DEL IRRESPONSABLE DICE:
se halla (en dignidad, en inteligencia) mil veces por encima de mi ser actual, y que
me sigue mereciendo un inmenso respeto. Su terrible cordura estaba hecha de sinrazón
y, quizás no debería decir esto, de arte; su hermoso extravío sabía demasiado de los
lugares comunes en los que nunca nos perdemos y donde todo está ya perdido. Algo
debió quebrarse en mí, de todas formas. Me instalé orgullosamente en el inmoralismo,
en el crimen, en el aborrecimiento máximo de la Escuela y de esos homúnculos que
llamamos “educadores”... Le perdí, primero, el miedo a la Expulsión; luego la busqué
con un ardor de loco.
nada autoriza a un hombre (lamentablemente funcionario, muchas veces) o grupo reducido de hombres ejecutar la operación pedagógica sobre otro.
la idea de que compete a una selecta aristocracia
del saber (los educadores, los profesores) realizar una importantísima tarea en beneficio
de la juventud, una operación calificada sobre la conciencia de los estudiantes de la que
se seguiría la mejora o transformación de la sociedad. Arrogándose una facultad
demiúrgica (‘creadora’ de hombres), y como miembro de una “élite”, erigido en
autoconciencia crítica de la Humanidad, el ‘educador’ se entregaría a una delicada
corrección del carácter de los jóvenes, a una muy ‘ilustrada’ labor de forja de la
personalidad, siempre con la mirada puesta en el ‘bien’ del estudiante y en lo que
conviene a la sociedad -se aplicaría a la modelación de sujetos ‘críticos’, ‘autónomos’,
‘creativos’, ‘independientes’, ‘libres’, ‘solidarios’, ‘tolerantes’, ‘pacifistas’, etc.
Bochornoso, este elitismo, aderezado de filantropía...
Define que su critica es a la educación reformista
Declara hasta donde he leido que debemos aspirara a un ambiente en el cual la crítica que se desarrolle no este sujeta al ínteres del rol interesado de funcionarios.
y se hace las siguientes preguntas :
¿Es concebible una práctica genuinamente “crítica” de la Enseñanza, un ejercicio de la
docencia que no ubique al profesor entre los meros ‘funcionarios del consenso’, en una
posición de ‘solidaridad’ secreta con los fines y procedimientos del Sistema, posición de
‘culpabilidad’ política, de ‘complicidad’ represiva, de ‘identificación’ -más o menos
revoltosa- con el Opresor? ¿Se sostiene la pretensión de educar “en la libertad”, “en la
crítica”, o “para la emancipación”, desde una Institución diseñada para inculcar el
principio de autoridad, reproducir la dominación social y ‘sujetar’ a la juventud? ¿Cómo
puede un profesor, un funcionario, un empleado del Estado, alegar que desarrolla su
trabajo desde la perspectiva de la Contestación, de la Resistencia, de la Negación del
Poder? Mi respuesta es hoy inequívoca: esto no es concebible, no se sostiene, nada de
eso es posible...
página oficial:
http://www.pedrogarciaolivoliteratura.com/mercenario.htm
descarga
http://colectivoeducadores.files.wordpress.com/2010/02/el_educador_mercenario.pdf