Comprare una vida
Para nombrar:
Llegó un perro a mi casa, lo tiraron.
La cosa es que estaba grande y buscamos saber de donde provenía. Como no encontramos su lugar terminamos acordando que se quedaría, yo le daba comida y amor a un precio justo por la vida que tenía.
Lo complicado fue cuando tuve que ponerle un nombre. Quizás él tenía ya uno, y era yo quien no lo sabía. Por esa razón me importaba más que él supiera su nombre a que yo se lo pusiera.
Así no le puse ninguno y si me preguntan por su nombre, les digo que aún no me lo ha dicho.
Comprare una vida y me iré a nadar. En los inviernos me tirare por las cordilleras. Caminando, quedare exhausto cuando baje de ella y si no hay más que dar; otra vida comprare para salir con amigas. Ahí bailare dando tantas vueltas que secare las plantas vomitando sobre ellas, pidiendo conciliar la ausencia de vida en que me llegué a quedar.
Allá arriba, cualquier forma podré tener. Para que no me extrañen. Una, dos y tres a la vez. Seré astronauta y todo eso que quiera usted, pero aun así, no me verá por que vuelo alto, tan alto; que no puede preguntar.
Por eso bajare y me pondré a llorar, hasta que corriendo la cortina salgas de ahí.
Cuando estés afuera: Un perro saltara y de la calle a la casa pasara.
El en cada comida se acercara. ¿Pensaste cómo lo puedas llamar?
Cuando decidas tendrá la última oportunidad de abrazar, porque En ese momento, ¿qué más se puede hacer?
Tuviste que decir que…
La lluvia cae a la tierra; los ríos llegan al mar; las olas... Rompen en la
orilla de la playa; las gotas se evaporan; Las nubes son empujadas por el viento; el agua se acumula; Los perros beben agua y otras cosas más. En fin, que todos tenemos un nombre que llevar.
El mismo que tengo ahora, esperando a que la muerte me separe y vuelva
a… Caer
Acumularme
Chocar
Evaporarme
Viajar
Apuntar
Y nombrar.
Volver a empezar.